La quiropráctica puede ayudarlo a dormir mejor por la noche y estimular su sistema inmunológico.
El sistema inmunológico participa en la lucha contra las infecciones en el cuerpo. Muchos factores afectan la eficiencia y el funcionamiento del sistema inmunológico. El sueño es un factor importante que afecta al sistema inmunológico.
El sistema inmunológico funciona mejor cuando duerme lo suficiente, que para la mayoría
de las personas equivale a unas 8 horas de sueño cada noche. Unas pocas horas menos cada noche disminuye la eficacia del sistema inmunológico para combatir las infecciones. Algunas partes del sistema inmunológico están más activas mientras duermen.
Las células T funcionan mejor cuando duerme lo suficiente. Los estudios han encontrado que la función de las células T disminuye y se altera cuando el sueño es limitado. Las células T son una parte importante del sistema inmunológico y funcionan para identificar patógenos, incluyendo los virus, las bacterias y los hongos.
Esto es especialmente importante en este momento con las preocupaciones sobre el coronavirus COVID-19. Aunque los estudios se encuentran en las primeras etapas, las células T han mostrado importancia para provocar una respuesta inmune contra COVID-19. Es especialmente importante mantener un sistema inmunológico fuerte, ya que existe evidencia de que COVID-19 puede disminuir el recuento de células T, lo que dificulta la función del sistema inmunológico.
Las citocinas se producen y liberan al dormir. Estas citocinas tienen una variedad de funciones que incluyen la señalización y la regulación del sistema inmunológico. Entre las citocinas notablemente importantes se incluyen los interferones, que promueven la función antiviral del sistema inmunológico, y las interleucinas, que envían señales entre las células y son importantes para la función adecuada del sistema inmunológico. La disminución del sueño afecta la producción y función de estas citocinas y limita la capacidad del sistema inmunológico para responder a las amenazas.
Muchos factores pueden afectar el sueño y la calidad del sueño. Los factores que dificultan el sueño pueden variar ampliamente, incluido el estrés, la actividad extenuante antes de acostarse y la iluminación antes de acostarse. Es importante practicar una buena higiene del sueño, lo que incluye evitar la luz azul antes de acostarse, los estimulantes como la cafeína por la noche, así como los alimentos y suplementos que pueden ser estimulantes. Algunos suplementos estimulantes como las Vitaminas B y la Vitamina D.
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El dolor y la incomodidad también pueden afectar el sueño. Puede ser difícil conciliar el sueño con dolor e incomodidad. A veces, la incomodidad no es particularmente intensa, pero puede ser muy irritante. El tratamiento quiropráctico es eficaz para el dolor y las molestias musculoesqueléticas. Esto incluye muchas situaciones, como dolores de cabeza, dolor de espalda, opresión en el cuello y la parte superior de la espalda al sentarse, o dolor y malestar por el uso excesivo de músculos y articulaciones, por nombrar algunos.
De esta manera, la atención quiropráctica puede mejorar la calidad del sueño y, por lo tanto, mejorar la función del sistema inmunológico. Comuníquese con su quiropráctico si tiene dolor o malestar que está afectando su sueño, ya sea por problemas posturales crónicos o un accidente automovilístico. ¿Necesitas ayuda? ¡Llama a una de nuestras localizaciones en Aloha, OR o SE Portland, OR hoy mismo!
